Soria, ni te la imaginas


Hace unos días acudí, invitada por la Diputación de Soria, a la presentación en Bilbao de sus excelencias turísticas. Patrimonio, naturaleza, gastronomía, cultura...
Mucho que contarnos (y es que cuanta razón lleva la frase que han elegido para esta campaña "Soria, ni te la imaginas") y muchas ganas de viajar a esa provincia que tanto aprecio a través de las palabras, las imágenes y la cocina soriana con "estrella Michelín" que nos esperaba.


Castillo de Gormaz, Gormaz. Soria.


El acto se celebró en el Gran Hotel Domine Bilbao, para mi gusto primer acierto de la jornada.
Situado justo enfrente del emblemático Museo Guggenheim, en pleno centro de la ciudad, siempre es una gozada acudir a cualquier evento que se celebre allí.











En uno de los salones, todo dispuesto, nuestro paseo por Soria comenzaría en breve. Había ganas, intuíamos que lo que nos esperaba no iba a dejarnos indiferentes.




En la cocina (a la que tuve la suerte de poder entrar con total confianza) se afanaba para que todo estuviera perfecto Elena Lucas, chef  y propietaria, junto a su marido Diego Muñoz del Restaurante La Lobita en Navaleno. Primera Estrella Michelín de Soria.






Reencontrarme con ellos fue estupendo, tuve la oportunidad de acudir a cenar con mi familia hace poco a La Lobita y ya nos conocíamos personalmente.
Tengo que reconocer que un poco de "enchufillo" (y confianza con los cocineros) en estos casos es un verdadero subidón. Poder ver trabajar a Elena y a su equipo, compartir la emoción y la adrenalina de los momentos previos y tener tan cerca al bellezón soriano de 432 gr (que podéis observar en la imagen inferior) ¡Fue toda una experiencia!




Como impecable sumiller, maestro de ceremonias y responsable de que todo fuera sobre ruedas en sala, contábamos con Diego. Y oye, el tío lo clavó. Jajajajajaja, en serio, Elena y Diego forman un tandem muy especial y se complementan de lujo.




Mientras, los platos que Elena había seleccionado con mimo para la ocasión y sus respectivos vinos (todos sorianos, por supuesto), desfilaban ante nosotros.
Nos adentrábamos en bosques, paseábamos entre pinos y disfrutábamos del paisaje y la calma que solo un lugar tan especial como Soria puede ofrecernos.
Los innumerables espacios naturales y preciosos pueblos de la provincia, el encanto de su acogedora capital y el aroma a trufa ya lo invadían todo a estas alturas.
La Ruta del vino Ribera del Duero, el "Valle de la mantequilla" (¡Umm! La mantequilla soriana, esa mantequilla...) Tierra del Moncayo, Cañón del Río Lobos, Laguna negra, Glaciares del Urbión etc...

Yo estaba como en casa, curiosa sensación que me invade siempre que paso por aquella hermosa tierra y coincido con aquellos a los que ya considero amigos.


Tartare de salmón rojo, manzana verde, fresón y trufa negra de Soria.

Huevo, careta y patatas fritas "a nuestra manera".

La pasta a la "carbonara soriana"

Cococha de bacalao y cardo rojo de Ágreda con crema de almendra y trufa negra.

El jabalí en el pinar.

Un paisaje dulce.


Pero a estas alturas imagino que habéis dejado de imaginar, imagino que os apetezca descubrir, imagino que Soria os haya atrapado como lo ha hecho conmigo, imagino que estéis padeciendo un importante antojo de la sublime trufa negra, imagino...
¡Dejemos de imaginar y vayámonos a Soria! ¿Quién se viene conmigo a comer unos Torreznos?





Enlaces de interés:
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Facebook Soria ni te la imaginas
Restaurante La Lobita
www.sorianitelaimaginas.com

2 comentarios:

Vc dijo...

Bueno Silvia. Viaje de lujo, ciudad preciosa (espero que pudieras ver más de ella) y un hotel con un restaurante de 10.
Eso lo conozco pero ahora tendré que conocer Soria porque nunca he estado.
Hay que poner remedio :)

carmen - Rezetas de Carmen dijo...

Conozco Soria, y conozco sus torreznos, merece la pena visitarla!!!
besos,